Si lo piensas bien, te darás cuenta de que la energía -entendida como la vitalidad y motivación para realizar alguna determinada actividad- es el motor detrás del trabajo y comprenderás lo importante que es mantenerla durante las semanas laboral.
Sin embargo, es probable que te desmotives y esto pasa a menudo con muchas personas, sobre todo dadas las nuevas circunstancias impuestas por esta era post-pandemia e incluso, indirectamente, por causa del clima invernal. Por eso hoy traemos unos breves tips y recomendaciones sobre cómo tener y conservar la energía durante la semana laboral, así que toma nota.
Toma un suplemento vitamínico
Quizá no es la recomendación más popular, pero es una sugerencia que nos puede funcionar en un montón de ocasiones. Pasa que, sin saberlo, podríamos tener alguna carencia nutricional en nuestra dieta y por nuestro estilo de vida acelerado y, por tanto, esto nos conlleva a un cansancio más frecuente, como mayor vulnerabilidad a sufrir de estrés. Razones para consumir un suplemento hay muchísimas, aunque si es por elegir uno en específico una gran opción puede ser el complejo B.
Son ocho vitaminas cuyas funciones para el organismo y para la mente son muy valiosas. En Nutrazul tenemos una formula perfecta de este grupo de nutrientes bajo el nombre B-Complex, y ya hemos hablado en varias ocasiones sobre los beneficios del complejo B, como más energía, mejor concentración y rendimiento.
Mejora tu gestión laboral
Este es el punto más complejo, pero también es vital. Pregúntate: ¿tomas muchas tareas al mismo tiempo? ¿Empiezas con bastante energía, pero se te agota de forma rápida? Pues en la medida que tu trabajo lo posibilite, haz una tarea a la vez, y no hagas otra hasta que finalices la primera.
Dependiendo del tipo de persona que seas (y es algo que te toca averiguar probando cada escenario) también puedes elegir hacer primero las tareas más difíciles o viceversa, y/o hacer aquellas labores que te gusten más al principio del día.
También, procura tomar breves descansos si tienes un ligero agotamiento. Incluso diez o quince minutos hacen bastante bien y se ha comprobado que, gracias a esto, la productividad mejora considerablemente.
Esto es tan sencillo como saber cuándo debes parar y tomarte un respiro, porque de otro modo puedes terminar produciendo mal y con desgano.
Duerme bien
El origen de la falta de energía y un cansancio más acentuado puede estar en un mal descanso. De hecho, la falta de sueño se enumera frecuentemente como una de las grandes problemáticas a la hora de trabajar.
Si piensas que tienes insomnio, considera ir a un médico. Con o sin este problema en particular, a muchas personas les pasa que no descansan bien debido a problemas nutricionales generados por una dieta diaria inadecuada (ahí puede ayudar B-Complex u otros suplementos ), posturas inadecuadas e incluso estrés mal gestionado. Sea como sea, enfócate en la calidad del sueño y no tanto en la cantidad, aunque lo usual son 7-8 horas diarias aproximadamente.
Regula los pensamientos
Incluso si hacemos lo más primordial, como cuidar la dieta y hacer ejercicio, hay algo más que podríamos pasar por alto. Y eso es nuestra salud mental, ningún trabajo vale más que eso.
Presuponiendo que estás en una empresa que cuide el liderazgo y mantenga al margen los ambientes disfuncionales, puede que te distraigas con pensamientos repetitivos potencialmente dañinos. Sea un escenario pasado, una persona o tan solo algo que imaginas, procura controlar esto con una mentalidad más serena, positiva y estoica.
Al final, debemos normalizar todo lo que sentimos y pensamos, así sea desagradable, para que no se prolonguen las sensaciones negativas.
Esperamos que este post te haya sido orientativo, así que considera investigar por tu cuenta y ver qué te sirve más para conservar la energía en tu trabajo.