El zinc es el oligoelemento más presente en nuestro organismo, es un nutriente, específicamente del grupo de los minerales, que nos entrega grandes ventajas para la salud.
Adicionalmente a sus propiedades como antioxidante también es una gran opción para prevenir resfriados. Hoy veremos qué beneficios trae el zinc para nuestro cuerpo y cómo debemos ingerirlo.
Pelo y uñas más fuertes gracias al zinc
Gran parte del zinc que tenemos en nuestro organismo se encuentra en las uñas y el cabello, tejidos pigmentados de los ojos y el cerebro. El zinc es imprescindible para que las uñas y el pelo se mantengan nutridos y fuertes. A su vez, el déficit de este mineral puede provocar un deterioro dérmico significativo: la piel, cabello y uñas se maltratan más y tardan más en recuperarse.
Por lo tanto, una dieta que cuide las cantidades de zinc que ingerimos nos dará una piel más brillante y resistente al maltrato del sol u otras circunstancias y un cabello y uñas fuertes, y de aspecto saludable. Por estas propiedades el zinc suele encontrarse en algunos suplementos y productos destinados a disminuir la caída del cabello.
Para el crecimiento y desarrollo de niños
El zinc es primordial para el crecimiento sano de las guaguas, niños y adolescentes. Ante todo, ayudará a fortalecer los huesos, así como desarrollar las bases para un fuerte sistema inmune. Interviene directamente en los procesos metabólicos, celulares y colabora en la síntesis de proteínas. El nutriente sigue teniendo estas funciones en la adultez, e incluso mejora la actividad cognitiva.
Protección ante enfermedades
Siguiendo con el punto anterior, este mineral colabora con el sistema inmunitario para combatir virus y bacterias, independientemente de la edad. En algunos trastornos y enfermedades dérmicas el zinc tiene un gran papel para prevenir y tratar estas condiciones, como por ejemplo el acné o la psoriasis.
Neutraliza a los radicales libres
Un motivo por el cual el zinc es un mineral que protege el organismo es por sus propiedades como antioxidante, esto significa que regula a los radicales libres, compuestos que suelen absorber la “basura” a la que estamos expuestos (grasas, humos contaminantes, etc). Que estos elementos se regulen es importante para que no terminen haciéndole daño al cuerpo.
Datos clave
La dosis promedio recomendable de zinc para las mujeres a partir de los 19 años es de 8 mg/día, 9/mg diarios en las niñas y adolescentes. En los hombres de 14 años en adelante se sugieren 11 mg diariamente. Estas dosis varían en edades más cortas y en las mujeres embarazadas o durante el período de la lactancia.
En aquellas personas que poseen un déficit de zinc por distintos motivos también se les aconseja otras dosis, normalmente más altas, dependiendo del diagnóstico que tengan.
Aparte de las personas vegetarianas u embarazadas, también quienes tengan una adicción al alcohol o anemia son más propensas a sufrir una deficiencia de zinc.
¿Cómo se consume el Zinc?
Este mineral es abundante en la proteína animal (carne de vaca, cerdo y langosta), siendo menos presente en legumbres y proteína vegetal (como porotos y frutos secos). También está presente en alimentos fortificados, aunque por su naturaleza artificial no suele ser lo mismo que consumir productos naturales ricos en zinc.
Aquellas personas que siguen dietas sin proteína animal pueden consumir suplementos para obtener las dosis adecuadas de zinc, y esta opción también es aconsejable para quienes pueden tener un déficit por otras razones.
Esperamos que nuestro breve acercamiento al zinc te haya resuelto algunas dudas sobre sus funciones. ¿Te gustó el post? Te invitamos a compartirlo en tus redes sociales.
