17 / 01 / 2023

Lograr un sueño reparador, uno de los grandes desafíos de estos tiempos.

Lograr un sueño reparador, uno de los grandes desafíos de estos tiempos.

El sueño reparador es una meta totalmente alcanzable para todas las personas, pero depende tanto de disciplina y esfuerzo, como de pequeños y significativos cambios en la rutina diaria que irán mejorando nuestro bienestar general.

¿Por qué nos cuesta dormir o por qué despertamos cansados y sin energía, aunque dormimos las horas “suficientes”? Esto es a lo que trataremos de responder de manera breve (y con cierto nivel de detalle, claro) a lo largo de este post.

Considera que nuestros consejos son generales y básicos y que hay muchos motivos por lo que puede haber un mal descanso: problemas familiares, enfermedades, desgaste emocional o laboral, etc. Sea como sea, nuestros tips sencillos son aplicables para cuales sean las circunstancias. Dicho esto, iniciamos.

Primeros pasos

Debes desarrollar un plan de descanso y tratar de seguirlo al pie de la letra.

Lo usual es que elijas una hora a la que acostarte y que esta hora sea la misma todos los días, incluyendo los fines de semana. Si no logras dormir tras veinte minutos intentándolo, levántate de la cama y haz algo relajante, así sea meditar, escuchar música suave, etc.

Procura disminuir todas las luces con una hora de antelación y apaga todos los dispositivos cercanos. Todo esto prepara al cerebro para que concilie el sueño.

Asimismo, ya desde antes de apagar dispositivos como la televisión, el móvil o el computador, disminuye el volumen del sonido. También es una gran opción activar los filtros nocturnos, eso favorecerá la inducción al sueño y disminuirá el maltrato a la vista que genera el uso frecuente de dispositivos .

Otro paso primordial es vestirnos con ropa adecuada para las temperaturas del ambiente. Es decir, cuidar que no nos expongamos ni a demasiado frío ni calor. El reloj biológico genera la disminución de 1 grado en nuestra temperatura corporal por la noche, esto significa que los vasos sanguíneos se abren para perder calor. Y si la temperatura del dormitorio es muy fría o caliente, nos costará dormir y conseguir un sueño de calidad.

¿Estás cuidando tu nutrición?

Aparte de los hábitos propios del descanso, debemos recordar que los hábitos que tenemos de dieta, ejercicio e hidratación también influyen en la calidad del sueño. Se sabe que cuando hay carencia de zinc u otros nutrientes como las vitaminas del complejo B se generan problemas para conciliar el sueño y lograr que el descanso sea reparador y nos permita enfrentar el día con energía y ánimo.

Aparte de mejorar la dieta disminuyendo las grasas saturadas y aumentando el consumo de proteínas y vegetales es una buena alternativa complementar la nutrición con un buen suplemento de zinc o un multivitamínico completo y realizar algún deporte de bajo impacto de manera regular .

No tomes refrescos ni café en las noches

Ciertas bebidas y alimentos es mejor consumirlos en la mañana o bien reducir su consumo, debido a que dan energía o quitan el sueño. En este grupo estarían la cafeína, vino tinto, el alcohol, bebidas energéticas; nueces e incluso queso, ya que estas comidas tienen tiramina. Si vas a consumir cualquiera de estos elementos, lo mejor es hacerlo con al menos seis horas de antelación a la hora de descanso.

Salud mental sana

Si tus niveles de zinc están en orden y tu dieta va en el rumbo correcto, otro factor que dificulta el sueño es el estrés o cualquier otro malestar de índole mental. Tener pensamientos intrusivos que dificulten la calidad y duración del sueño es muy común, así que no te preocupes si te han afectado. La solución pasa por meditación, relajarse más con el pasatiempo que desees y en casos más significativos, donde veas que incluso todas estas recomendaciones parecen difíciles de acatar, por favor, no dudes ir a un especialista.

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