Pese al miedo que puede causar el exceso de sol en algunas personas por el riesgo de los rayos UV, la realidad es que la población en general suele recibir poca exposición solar y eso tiene sus desventajas. La exposición al sol es necesaria para que tengamos vitamina D y en temporada invernal es todavía más importante cuidar la salud del cuerpo y preocuparnos de esta vitamina.
Aquí veremos en detalle la importancia de la vitamina D y cómo se puede obtener en invierno.
¿Qué hace la vitamina D?
Empecemos por decir las cualidades de este nutriente. La vitamina D en sus distintas variantes ayuda directa e indirectamente al mantenimiento sano y desarrollo del sistema muscular, nervioso e inmunitario; por otra parte, también es una vitamina de carácter vital para la salud ósea, ofreciendo cualidades similares al calcio.
Es más, la vitamina D es una de las responsables de la absorción ideal del calcio, para que sea aprovechado al cien por ciento, razón por la que el calcio y la vitamina D suelen ser vistas juntas en multivitaminas, alimentos fortificados etc.
Esta vitamina se genera naturalmente en nuestro cuerpo con la colaboración del colesterol y a través de la exposición solar a la piel. Aproximadamente el 80% y 90% de la vitamina D se absorbe de esta manera, y en la dieta es poco habitual conseguir una dosis suficiente del compuesto.
Otras ventajas de la vitamina D incluyen:
⦁ Influir en el desarrollo de la serotonina como un componente de la misma. La serotonina es una hormona, en concreto un neurotransmisor, importante para la salud neuronal y es conocida popularmente como la hormona de la felicidad.
⦁ Regular la estabilidad intestinal.
⦁ Disminuir el riesgo de osteoporosis y otras enfermedades de la materia ósea.
⦁ También cobra más relevancia para una menstruación sin complicaciones.
Cómo obtener vitamina D en invierno
Tenemos dos opciones más para tener la cantidad ideal de vitamina D en invierno y en el resto del año: a través de suplementos vitamínicos y la dieta. A menudo será necesario considerar las dos opciones. En alimentos, los más ricos en vitamina D son:
⦁ Pescado graso: atún, salmón.
⦁ Champiñones.
⦁ Yema de huevo.
⦁ Bebidas de soya o de naranja fortificada.
⦁ Leche y otros productos lácteos fortificados.
La llegada del invierno hace que la luz solar no esté tan brillante o presente como de costumbre. Las jornadas de trabajo ya sea desde casa o en oficina dificultan de por sí el obtener la dosis ideal de vitamina D, y para tenerla se puede necesitar una exposición regular de al menos dos horas en tiempo invernal.
En promedio las personas de 19 a 70 años necesitan 600 UI diarios, llegando a 800 UI si no se mantiene la dosis ideal de manera regular.
De todas maneras, siempre es recomendable consultar al médico para determinar si tenemos esta vitamina en niveles adecuados. A pesar de que las carencias de nutrientes sean evidentes en algunos casos, se puede confundir con otras sintomatologías. El riesgo de sufrir un déficit de vitamina D es más alto en personas con:
⦁ Piel oscura.
⦁ Sobrepeso.
⦁ Problemas renales.
⦁ Vejez.
Recuerda… lo mejor es prevenir que lamentar, así que, en resumen, quédate con este recordatorio: come bien, bebe agua y haz ejercicio y para refuerzo toma vitamina D Nutrazul.
Si te ha gustado el artículo, te invitamos a compartirlo.
