14 / 03 / 2023

8 motivos por los que consumir vitamina C en invierno

8 motivos por los que consumir vitamina C en invierno


La vitamina C es por muchos motivos uno de los nutrientes esenciales más importantes y reconocidos del planeta, y cobra especial relevancia en épocas de otoño e invernales. Este antioxidante por excelencia —a veces también llamada vitamina antiestrés— ofrece múltiples beneficios al cuerpo y mente, y como ya hemos dicho en nuestro titular, vamos a detallar 8 razones para tomar vitamina C en invierno.

Datos clave

Antes de nombrar los ocho motivos para tomar vitamina C en invierno debemos recapitular: ¿qué es la vitamina C? Pues te lo decimos brevemente:

  • Es un elemento esencial (nutriente) encargado de combatir virus y bacterias.
  • Esto lo hace por ser un aliado para fortalecer el sistema inmune.
  • Fortalece el sistema inmunológico, entre otras razones, por sus propiedades como antioxidante. Los antioxidantes regulan a los radicales libres, moléculas a menudo causantes de diversos malestares cuando se mantienen sin regular.
  • Se obtiene a partir de la dieta y el cuerpo almacena un poco de la vitamina, pero requiere dosis constantes para mantenerla en el organismo. De lo contrario, se corren riesgos de tener deficiencia de vitamina C.

Como queremos que este post no se alargue muchísimo, veremos las primeras tres razones en puntos y el resto de forma más detallada. De todas formas, estos primeros motivos atienden a la misma explicación del cuarto y quinto punto.

  1. Ayuda a cicatrizar heridas.
  2. Reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca.
  3. Evitar enfermedades típicas de invierno.

Ahora sí, mencionaremos en detalles las otras razones para tomar vitamina C en esta época invernal:

4. Defiende al cuerpo de los agentes externos

Se habrá dicho antes pero aquí se detalla: resumiendo, la vitamina C ayuda a producir linfocitos y fagocitos, conocidos más popularmente como glóbulos blancos. Esto juega un papel imprescindible para que el sistema inmunológico sea fuerte, aunque no es lo único que le hace poseer tal característica, ni mucho menos la única función de la vitamina C.

5. Disminuye el daño de los radicales libres

Este punto se relaciona con el anterior y se debe a que la vitamina C tiene una propiedad que la hace muy importante: es un antioxidante. Los radicales libres dañan a las células si éstos no son regulados correctamente por la vitamina C y otros nutrientes antioxidantes, que son los nutrientes encargados de esta neutralización.

6. Mejora la apariencia física

Y es que si el organismo está bien protegido y es resistente a las amenazas bacterianas y virales, esto podrá ser visible, en muchísimos casos, a través de nuestra apariencia física. ¿Por qué? Porque la vitamina C le da brillo y fuerza a la piel y uñas, e incluso hará que el cabello sea más suave, sedoso o fuerte.

7. Da energía

No como si fuese una bebida energética o algo por el estilo. No. La vitamina C, en lugar de ofrecer la ilusión de energía a través del exceso de azúcar, sí que hace que las personas se sientan auténticamente más concentradas, rindan mejor en el trabajo o se cansen menos al hacer sus actividades diarias. Es otra consecuencia de fortalecer las defensas.

8. Beneficia a la mente

Cuerpo sano, mente sana. No existe un elemento sin el otro. En este caso, se sabe que la vitamina C propicia el desarrollo de las hormonas “antiestrés“, es decir, no necesariamente seríamos más felices de forma “mágica” pero sí veremos que somos más eficientes para evitar el estrés, producir e incluso descansar.

¿Te ha gustado nuestra información? Si es así considera compartir este post. Te recomendamos que la mejor fuente de vitamina C (y otras tantas) está en las frutas, especialmente la naranja, la fruta estrella del invierno.

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